EMBRIAGUEZ LITERARIA

Un libro, una historia en su punto final, la embriaguez en las madrugadas frías pero cálidas... una luz que deja ver las ansias del sol en ser pleno, el cantar de un gallo citadino, y el ruido sofocante que provoca el gato cuando sus ojos contemplan la luz... y viene la resaca, en la cabeza la puntuación, el sabor a letras viejas que en el paladar dulcemente se posaron como suaves vientos de ausentes lunas.

de repente en silencio se escucha la voz, , no ha pronunciado una sola palabra, pero claramente se escucha su voz cuando aviva las palabras el silencio profundo, su corazón retumba cuan tambor es tocado y el ruido de la lluvia acicala los finales. Melancólicamente despoja el cuerpo gélido de la ropa y se hecha cuantas mantas ven sus pesados ojos, temblorosos los pasos de los pies sobre las sabanas, las manos de almohada y la voz de consuelo, el vientre es regazo del soñar profundo.   

CAMINO AL CAMINO

Después del sueño, el insomnio cargado de de emociones, lagrimas en polos opuestos que reclaman al tiempo el dolor causado. Soslayo el cuerpo y el alma, arremeten los secretos y las sabanas estorban, allá hace frío, acá calor. El suelo soporto el peso de la lana mientras las pequeñas rendijas se veían obligadas a cederle el paso a la maña que el sol iluminaba.

Silencios casi perpetuos que ponen en jaque un te quiero, vida en el respiro, cielo en el tejado y agua salada que recorre el cuerpo. Los límites se pintaron en fondo del mar que conquisto el sueño, camino a al camino que me dirige al primer horizonte palpable, a los días que sonrisas son y sollozos cantan. No veo la luna.