No sales
ni un segundo de mí mente.
Te has metido en cada una de las partes que me conforman, has incendiado cada
parte de mí cuerpo y trasladado a lo más profundo de mí alma.
No sales ni un segundo de mí mente.
Te has instalado en mí. Tu mirada está cantando en mis labios, tus dedos tocan
una melodía en mí espalda y tu boca acaricia mi cuerpo.
No sales ni un segundo de mí mente.
Mis sábanas piden un poco más de tu aroma, mi cuerpo te extraña; este cuarto
solitario aclama tu presencia. y pide a gritos ser testigo continuo del amor
que florece cada vez que me miras.
No sales ni un segundo de mí mente.
Se hacen años los días en qué no estás, se hace verano este invierno y los
besos de tus manos, y las caricias de tus labios, son lo único que quiero tener
en este instante.
No salgas ni un segundo de mí mente, de mí vida; de mí; de ti. Ámame con esa
locura que predice tus gestos, ámame sin premura; siente este amor que no
pronuncia palabra; este amor que al besarte grita que me ames; este amor que es
locura en su máxima expresión.
Ámame como si el mañana fuese hoy y el ayer el más hermoso recuerdo de tus
días.