miércoles, 15 de julio de 2015

SEGANDO CULPAS

Escucho una sirena cantar en silencio, me escabullo y enjaulo los oídos en gruesas capaz de de piel, retrocedo y el miedo se apodera de mis piernas; es mejor caminar hacia adelante...

 Criminales voces se ensañan contra el sueño y la espera de algo que no se logra definir es eterna, mi pensamiento toma la personalidad de un anciano y luego la de un niño, mi ser es traicionado por otro que también me pertenece y  se camufla entre recuerdos que perturban un aire ficticio de tranquilidad.

 He perdido las nociones ---si es que las tengo--- resucito, si así se puede nombrar cambiar de camuflaje, eso hago. Cambian los letargos para convertirlo todo en letras difusas y la noche le pone un tono nostálgico a la aparición de mi sombra.

 La muerte se esconde debajo de mi almohada y se ríe generosamente mientas golpea con su hoz pasivamente. No es tiempo. Las sonatas de G.F Handel, se estremecen  a si mismas y las cortinas se mesen al son de su calidez, mientas el sereno de la noche parca escribe un adiós a no se quién.

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