Te alejaste sin dejar bosquejo alguno y me perdí del camino. Me aleje de mi mismo, no perseguí mis pasos, ni mi rastro.
vidas distintas a mi, sin el mas mínimo sentido, revueltas de ratas que chasquean sus colmillos ansiosas en devorar el futuro presente. La locura de otros contagia la poca cordura, y es desesperante la cotidianidad de sus gesticulaciones. Vivir la vida de otros es ahogarse en un pozo fúnebre y sombrío; de repente hay alivio en algo exterior que no es mundo, que no es paraíso.
Los ahogados gemidos de la noche callada, ahora son gemidos de temores ausentes, relucientes se han vuelto con la voz hostigante presente, de unos labios terroríficos. ¡Locura! llamo locura a su incoherencia actuada, es la peor obra que mis sentidos presenciaron, un profundo asco se siente al mirarla y, en el tiempo se hace tan larga como la vida del río... entonces la paciencia se colma cuan vaso riega el agua que no puede contener.
Explota la contenida rabia cuando ausente esta el causante, se tumban los libros y correspondencias al suelo, las cartas junto a las letras heridas se encuentran, la tinta que las sustentan en furia arden; de repente las lagrimas caen junto a sus puntos y comas, las conforta el dolor que de sus ojos brotan. Camuflate papel en lugares donde la acidez no te rompa, confortable en ocasiones se hace el dolor ajeno y más cuando esa herida un tipo de venganza es.
Hechate encima el abrigo del tiempo, sumérgete en el día que dejo escapar la noche, has que el nombre hostil de tu pesadilla andante sea tan solo un recuerdo que no merece el ayer.
Busca salida al campo y recorre la llanura, deja a un lado las dudas y escribe en la tierra, letras con sangre gustosas de pertenecer al campo, risas de paz interior cuando canta el turpial. Corre sin miedo y descansa cuando te lo pida el cuerpo, no escuches las apestosas palabras de de los labios agujereados, busca refugio en las aguas que libres están de bacterias, bebe de ellas y piensa que son vinos añejados, puros son los rebaños cuando el daño esta lejos. Reflejos bellos en el agua que acabas de beber.
Esperar ya no es bruscamente exasperarte y el bosquejo no dejado se dibuja a su antojo, ya lo han visto mis ojos mientras este campo observo... han derretido una lagrima de paz infinita.

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