jueves, 10 de abril de 2014

CON EL LLANTO A CUESTAS.

Con el llanto a cuestas . Así sus ojos lloraban de gozo mientras veía las letras de un pasado que no dolía, de una historia contada en tercera, pero propia.

Hallóse acurrucada en posición desolada pero confortable, mientras los colores del ayer dejaban atrás el gris del ahora. Desnudaba su alma ante un ser de su misma especie que habitaba mas exactamente en Lunatilandia, estaba lejano y caminaba junto a los sollozos de un cuerpo ausente; dibujaba con aroma de café, reía y asentía con poesía ajena.

escribía tratando de derrotar un letargo nocturno, mientras ausencia la describía; suspiraba al tiempo justo en que las letras besaban su alma. Perdiendo las nociones. Sin objetos ni sujetos que perturbasen su estado se adentraba en las realidades pretéritas; se acomodaba la la pijama para no sentir el paso del frío y observaba sus manos recorriendo las lineas con sus miopes vistas, detallando los vestigios de pasados trabajos: arduos, esmerados, pasionarios, obligatorios. Sueños sus huellas son.  
  

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