Todo lo vivido y que se aproxima a ser vivido es un ciclo de cambios: esperas, prisas, bajadas, subidas... la lista es extensa.
Siempre estarán merodeando las aves de rapiña, envistiendo los ,a los gestos y tumbando las zancadillas, porque, ¡que joda! tener siempre el camino despejado; y entonces te preguntas ¿qué pasará ahora? ¿qué vientos soplan a mi favor? ¿cuántos en contra? . Son preguntas auto consoladoras, aunque no dejen ver un indicio de que así lo son y se interpone una respuesta que no es coherente con lo cuestionado. Para saber solo camina, derribáte, levántate, mójate, sécate, llora, ríe... en el camino encontraras las respuestas a preguntas que ni siquiera en tu corta o larga vida habían sido un cuestionamiento.
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