jueves, 13 de febrero de 2014

DESTELLOS DE INSOMNIO.

!la luna es bella!, su color plateado no destiñe; hace de la noche un nuevo mundo. Las horas nocturnas que apresuradas pasan para ser madrugada, insomnios que son sueño, sueños que son insomnio. Madrugadas silenciosas, tenues. Luces lentificas que convierten la ciudad ostentosa y absorbente del día en una ciudad indefensa, sumisa en la madrugada. Los ventanales son sobrios, los cristales son embestidos por la fría llegada de un temprano día, pleno en su totalidad. Los destellos de la luna arremeten contra mi ventana, los cortinales asienten con el sollozo de un viento frío, amigable, la escena es invadida por un aroma encantador: huele a silencio, a viajes, a mar, a ruido, a insomnio, a sueño, a pisadas. a regocijo, a belleza, a atardecer, a horizonte, a vuelo, a vida, es alucinante, es embriagador; debe ser el tiempo el que emana ese aroma, debe ser el rocío el que a su paso recuerdos trae.

Altas horas de la madrugada nueva, resplandeciente, silenciosa, ligera, una madrugada que sucumbe rápidamente, nueva, para darle paso al día de sueños reales, de pesadillas vistosas, de maravillas clandestinas.

13-Feb-2014

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