FÍSICA NO TAN OBVIA

 ¡Ah! Sabrosos temas abordados en la mañana laboral de lunes; política: recorremos el estado político de latinoamérica que luego nos lleva a hablar del de otros países, repasando Europa, recorriendo África, Asia y no dejando a un lado a América del Norte. Tachamos los malos gobiernos y sus funestas acciones que hacen de la democracia que profesan algunos, todo lo contrario a su significado; rescatamos algunas pocas acciones de otros y así, uno pone un pro, el otro un contra pero las conclusiones en temas como la política son pocas y si las hay, desconsuelan rotundamente al pueblo( ahora somos dos el pueblo, al menos en esta conversación).

Abordamos el socialismo que va de la mano con la política y ¡por supuesto! tocamos el tema de Venezuela: la revolución de un pueblo cansado de la opresión y los malos mandatos. Sí, esa Venezuela que se parte en dos: el bando de la anti-corrupción y  la anti-opresión contra el bando de los rojos títeres de un gobierno Chavista en representación de un Maduro que de maduro no tiene ni un mísero pelo de su tonto mostacho. Cómo no hablar de su hermana Cuba, y la oligarquía socialista de los Castro. sí, esos que dicen que otros países son los que financian las revueltas en Venezuela.

De la política a la física.  Física no tan obvia: esos fenómenos que no percibimos o captamos a simple vista, porque sencillamente no nos cuestionamos. Las obras de ingeniería de los campos, perfectas obras realizadas e ingeniadas por don Jesús, don Elicer - mi padre- y otros tantos más, que simplemente nacieron con el don de crearse herramientas para hacer de sus labores de campo las más llevaderas. Grandes obras! Como no  hablar del trapiche o mata perros que se ingenió don Jesús para "machacar la caña". Recuerdo que todos los sábados le pedía permiso a mi papá para que me dejase ir a ver esa dura labor que realizaba el señor y sus cinco hijos. Era un armazón de dos piñones y cuatro manubrios, todo hecho en madera. Los piñones eran minados de grapas para que el proceso de "machacar" la caña fuese un poco más rendidor; los manubrios en forma de x, uno al extremo del otro, se giraban con uta torsión regulada, y que requería de mucho desgaste físico. Recuerdo que el guarapo  me "chilgueteaba" la cara y el sonido de la caña que era pasada por los piñones, dos o tres veces para no desperdiciar el preciado sumo, era similar al de una chamiza cuando es embestida por el pie.

¡Mi padre!Admiro su capacidad nata inventiva. Recuerdo que su sueño siempre ha sido tener una truchera "bien montada". Una vez compro alevinos:  eran unos dos mil. El tanque era pequeño y no tenía ningún tipo de protección. El piscuiz, como le llamaban mis hermanos, o Mayo: se comía los indefensos peces reduciendo así la suma de los dos mil. Mi padre se ingenio una reja con huecos no muy grandes y unos soportes que hacían parte de uno de esos "catres" de la prehistoria, e hizo una fatal trampa para el famoso piscuiz.Recuerdo la vez que compro un pequeño trapiche y él mismo se puso en la tarea de hacer el horno con cuatro puestos para las pailas; lo hizo en un "barranco" cerca a la casa, lo pulió con greda y recubrió las paredes internas con adobes macizos para que no se fuese a derrumbar.Un sin numero de cosas ha hecho mi queridísimo padre, un ingeniero que no alcanzo a terminar su segundo año de la preparatoria. 

¡Qué bueno es compartir estas horas¡ alejarlas del tedio de un día que es laboral, y escuchar las historias de muchos; las invenciones del lenguaje y el lado bueno de amar la lectura y el arte.Edwin, un gran compañero del trabajo, el futuro mejor ingeniero mecánico de este país. sí, extensas conversaciones que van desde la educación, la política y los inventos del hoy, de la Primera y Segunda Guerra mundial, hasta la época de los 70's y sus buenas y malas trascendencias.Sí, es bueno hablar con personas ávidas, que quieren y pueden abordar todos los temas sin parecer aburridos. El decía  que cuando terminara  su ingeniería se iba a dar un descanso, algo así como un año sabático, pero ahora recapacitó. Se dio cuenta que no hay que perder el ritmo de las cosas y que debe seguir de largo; ¡él sabe muy bien lo que quiere!. Admiro su calidad expresiva y sarcástica, la forma en que conjuga las palabras para decir verdades. Me provoca una risa jocosa...  Entonces ahí me doy cuenta que la palabra lo es todo, es el arma perfecta para combatir la jerga que se alimenta de novelas huecas y"programitas" de tv aburridos y embrutecedores. Ahí, ahí siento que no estoy del todo chalada, y que tengo mucho por vivir.